*La vegetación rodea estructuras que datan de la década de 1870, un pasadizo por la historia de las locomotoras que atravesaron la región montañosa de Veracruz
Miguel Ángel Contreras Mauss
Atoyac, Ver.- Construidos con la robustez de la piedra y abrazados por la densa vegetación, estos túneles son testigos mudos del auge del transporte ferroviario en la región montañosa de Veracruz.
En el corazón de la exuberante naturaleza de Atoyac, se alzan imponentes las estructuras que datan de la década de 1870, una verdadera joya histórica que sumerge al glorioso pasado del ferrocarril en México.
En tiempos pasados, el estruendo de los trenes resonaba en los valles y montañas, una ruta que conectó en el pasado a a las regiones Paso del Macho y Atoyac con el resto del país.
Hoy en día, los túneles invitan a un viaje en el tiempo, evocando una sensación de nostalgia y asombro ante la grandeza de la ingeniería del siglo XIX y el coraje de aquellos visionarios que labraron los senderos del progreso.
Su imponente presencia entre la vegetación recuerda la importancia de preservar el patrimonio histórico y cultural, como testimonio vivo de nuestro pasado.
La magia no termina aquí. A pocos pasos de los túneles se encuentra la majestuosa cascada del río Atoyac, una maravilla natural que completa este idílico escenario.
El rugido del agua al caer desde lo alto crea una sinfonía de sonidos que acaricia los sentidos y envuelve a los visitantes en una atmósfera de encanto y frescura.
Para los habitantes de Atoyac y sus alrededores, estos túneles y la cascada del río Atoyac son mucho más que simples atracciones turísticas.
Son parte de su historia, su identidad y su arraigada conexión con la naturaleza. Cada visita a estos lugares es una oportunidad para conectar con el pasado, disfrutar del presente y soñar con un futuro lleno de promesas y aventuras.